Esta entrada puede considerarse un resumen -o abrebocas- de reflexiones, ejercicios y análisis, que comenzaron aproximadamente el 14 de octubre con el inicio del workshop “Construir y habitar”, dirigido por los profesores del taller, junto Pascal Müller, Xabier Monteys y Alberto Rubio.
Esta cadena de recopilación de cosas parecen tener una clara fecha de inicio, pero un fin un poco indeterminado. La idea es continuar, sumar, descubrir otros caminos, y hasta perderme en ellos puede ser válido, si así ocurre.
Realmente ahora no hay un solo tema del que hablar, son muchos que de alguna manera se encuentran relacionados entre si -ya descubriré cómo-. Pero si tendría que darle título tal vez sería “Construir, habitar en la intimidad y en la comunidad”
Iré saltando en varios temas haciendo una pequeña reflexión en cada uno de ellos, también tratando de asociarlo al próximo ejercicio del curso (ahora Ej. del Clot). Espero en un futuro no muy lejano poder descubrir los enlaces directos - también indirectos- entre estos temas.
. Las personas
El inicio de un proyecto de arquitectura, y la vez su final, tienen que deberse a las personas. Especialmente en el Ej. del Clot se parte de una premisa muy importante: la sociedad. Luego hablaré sobre esta sociedad en particular.
Parece absurdo tener que hacer referencia a las personas cuando se trata de arquitectura, ya debería estar implícito, pero algunos personajes vuelven a reflexionar sobre este tema.
“Es irrelevante el aspecto de la arquitectura sin gente, lo que importa es el aspecto de la gente en ella” Bruno Taut
“La gente, las personas que habitan los edificios, siguen siendo, en el fondo, los grandes olvidados en la arquitectura residencial. Sin embargo, una casa es una vivienda más la gente que la habita y los objetos que guarda”. Xavier Monteys
¿Cuándo una arquitectura se olvida de las personas? ¿En qué mundo se han absorbido los arquitectos para hacer arquitectura sin prestarle atención a las personas? Puede tratarse de un mundo superficial e insensible en el que muchos se pierden por buscar otros intereses personales.
. La intimidad
Pienso que la intimidad se crea con la ocupación de un espacio. No es lo mismo ver una foto de revista de obra nueva, que una foto de un domingo con la casa desordenada, llena de nuestros “corotos”. Entonces, ¿podríamos pensar que la intimidad viene dada al finalizar la obra, y no está en manos del arquitecto, o más bien influye en ella? Lo que podemos hacer es darle calidad a ese espacio que envuelve la intimidad, mediante materialidad, luz, buenas dimensiones, organización, tomando en cuenta sus necesidades, etc, y que ya luego el ocupante pueda volverlo suyo, íntimo.
Del libro Casa Collage, haciendo referencia a las fotos actuales en el interior de las viviendas del edifico Mitre, Xavier Monteys dice:
“el conjunto de todas ellas se convierte en una manera de comprobar cómo la arquitectura se ha presentado a tantas soluciones como para ser, en definitiva, el escenario cotidiano de otras tantas personas. Con esa acción que cada usuario ejerce sobre la arquitectura - una acción lenta y sistemática, fruto de la experiencia continuada- manifiesta de forma elocuente su opinión acerca de ese fondo arquitectónico, una opinión no escrita pero de innegable valor”
. De lo individual a lo colectivo, y viceversa
Y atención, no digo “lo individual y lo colectivo”, sino “de lo individual a lo colectivo, y viceversa”
En proyectos de vivienda social, como el Ej. del Clot, la idea de integración de estos dos aspectos, siempre respetando uno del otro, debe ser primordial. Una integración transitoria, sutil, que se entiende uno con el otro, no una suma de partes que luego se unen con celo - los espacios intermedios juegan un papel fundamental en este aspecto-
. La plaza privada
Aquí se pueden incorporar otro concepto como la plaza privada, la cuál Pascal Muller introdujo bastante bien. Aquella plaza pensada para ser un espacio público pero íntimo, cuidado y mantenido por los hogares que los rodean. Es una mezcla bonita, un espacio desarrollado por los diseñadores y mantenida por los propietarios.
“But the rules for good housing as an ideal do not change in principle. They only need to be considered again and again” P. Muller
Lo privado no acaba cuando empieza lo público, no hay límite claro. Esto también nos puede llevar a hablar diseño participativo, que colabora a incentivar la idea de pertenencia que ayuda al buen cuidado de nuestros espacios. En próximas entradas entraré en más detalle sobre el diseño participativo.
Llamemos estos 4 puntos “Los principios Alberto Rubio Garrido”, que me parece interesante tenerlos presentes.
1. Funcionalidad de la arquitectura, incluido un criterio estético
2. Está localizada, forma parte de su entorno. Arte de conjunto
3. La arquitectura es pública. Se impone por la fuerza. Una manera de vivir.
4. La arquitectura es común. Proceso donde participan todos
Y añadiría un 5to: Feminización de la arquitectura.
La mujer ha sido la más consciente sobre el cuidado de habitar.
En pocas palabras…
Las personas
La intimidad
De lo individual a lo colectivo, y viceversa
La plaza privada