Después de la arquitectura
- Valentina Modano
- 6 ene 2020
- 1 Min. de lectura
Trato de pensar cuál sería la esencia del proyecto. Quisiera poder plasmar tal cual como lo imagino, pero solo intentaré describirlo de una manera simple y con pocas palabras, con un lenguaje un poco más amigable y no tan técnico-arquitectónico.
La unidad vecinal en el marítimo son casitas que forman calles para estar, y para encontrarse. Estas casas buscan comunicarse con el exterior, y para ello, juegan con formas quebradizas que crean lugares: pequeños jardines, terrazas, espacios para colocar materos, bicis, juguetes, herramientas, espacios para saludar o para sentarse a conversar, para cafés compartidos, juegos y para sentir el sol. Estos lugares intentan ser lo rico del proyecto, pues son el tesoro que será cuidado por las personas.
Entonces podemos decir que se parte del final: de pensar en lo que queremos que ocurra después de la arquitectura. Y lo que ocurre es que las personas lo habitan, lo hacen suyo y disfrutan del estar y el compartir.



Y sin embargo aquí, casa del estructuralismo bienpensante, reniegan de las fotos de Hertzberger: son posadas, dicen. Y es cierto, me gusta lo mismo que a ti de la arquitectura, el resultado cuando sale bien. ¿Y si sale mal? ¿Serán esos espacios todavía valiosos si nadie los ocupa con maquetas y triciclos? Para nada es una crítica, es que estoy en crisis. Con afecto, P.